sábado, 26 de septiembre de 2020

IBÓN DE CATIERAS

HORARIO: 3h 20 min ida y 2h 30 min de vuelta. DISTANCIA: Casi 20 km DESNIVEL: Un poco más de 1100 m de subida. Retorno por el mismo itinerario. 14-9-2020 El ibón de Catieras es una joya tanto él como la ubicación en la que se encuadra. Alejado de lugares masificados, el llegar hasta él y su esfuerzo hace que sea poco conocido para el público en general. En los últimos años, una gran iniciativa como fue el tren el sarrio de Panticosa lo ha dado a conocer y se encuentra muy bien señalizado con marcas moradas y postes de madera. Para llegar al punto de inicio pasaremos la localidad de Panticosa sin entrar a ella, seguimos la carretera hacia el balneario y un poco después, sobre 1 km, justo antes de una barrera que la bajan cuando la carretera se cierra por aludes, giramos a la derecha por una pista hormigonada durante unos cientos de metros hasta llegar junto a una zona recreativa. Enfrente veremos la pista con una barrera por la que comenzaremos a caminar. La pista empieza a ganar altura desde el principio, varias curvas nos irán haciendo ganar desnivel. Cuando llevamos media hora, ya veremos por primera vez el valle hacia el que nos dirigimos. La pista comienza a llanear.
Cuando llevemos un poco más de una hora cruzaremos el puente sobre el barranco Laulot y un poco después llegaremos al desvío señalizado donde giraremos a la izda siguiendo las indicaciones al ibón de Catieras y al dedo de Yenefrito. Aquí dejamos la pista que se dirige al precioso valle de Ripera ubicado muy cerca.
Comenzamos a ganar altura para empezar a entrar en el valle que se dirige hacia Yenefrito y Catieras. Primeros rayos de sol sobre el valle de la Ripera.
El sendero se encuentra muy bien indicado, postes de madera e hitos iremos viendo a lo largo del ascenso. Alguna oveja y corderos recién nacidos iremos viendo a lo largo de la ruta.
Con pocos puntos en los que podemos llanear, alcanzamos el collado de Yenefrito cuando llevamos algo más de dos horas desde el inicio. Estamos a casi 1800 metros de altitud.
A la vuelta nos desviamos unos minutos desde el collado a hacer la foto típica en el dedo de Yenefrito, curiosidad geológica donde las haya.
Aquí podemos intuir lo que nos queda hasta el ibón y el valle por el que vamos a continuar. Bonitas estampas en una zona prácticamente virgen comparada con otros puntos cercanos.
A partir del collado iremos ganando muy poca altura. 15 minutos después alcanzamos el refugio de Yenefrito. A su lado, a día de la excursión había varios corderos con sus madres en un cercado.
Estacas con pinturas moradas bien visibles. Un poco más adelante cruzaremos el barranco Laulot. Antes de él veremos un cartelillo donde indica Ordiso. Por el valle que se abre a nuestra derecha hacia el sur podríamos seguir en dirección hacia otros puntos del sector Tendeñera-Otal, terreno completamente desconocido para mí.
Cruzamos el pequeño arroyo, poca agua en estas fechas, y comenzamos a ganar el mayor desnivel de la ruta. Un cartelillo indica “Tramo sin senda”, sin embargo a la vuelta descubrimos que unos metros más a la izquierda si se intuye una senda. De todas formas, poco después, siguiendo las estacas de madera moradas, conectamos con el sendero por el que iremos ganando altura en dirección sureste.
Más arriba el sendero gira noventa grados hacia la izquierda. En ese punto es donde creo, según algunos tracks consultados, que debe comenzar el itinerario, aunque sin senda evidente, que nos llevaría a otro ibón aún más escondido, el ibón de Mallaruego. Ganamos unos metros más y ya alcanzamos el punto donde debemos realizar un flanqueo por sendero evidente para alcanzar el punto donde desagua el ibón de Catieras.
Antes de llegar al ibón, las vistas hacia Panticosa y el Valle de Tena, maravilla.
Una vez en el ibón, nos deleitamos con el silencio que circula en lunes en este bello enclave. Rincón que invita al pensamiento. Desde el ibón es visible hacia el este el collado de Espelunz, punto fronterizo de las comarcas de Alto Gállego y Sobrarbe. También tenemos como vecinos a picos como el Catieras al norte o la peña y pico Ferreras al sureste del ibón.
Retorno por el mismo itinerario con un corto desvío para visitar el dedo de Yenefrito, citado anteriormente. Camino de subida al collado de Yenefrito visto desde el Dedo.