sábado, 16 de marzo de 2013

Embalse Santa María de Belsué - Acantilados de Cienfuens - Dolmen de Belsué

EMBALSE SANTA MARIA DE BELSUE - ACANTILADOS DE CIENFUENS - DOLMEN DE BELSUE

15-3-2013

Treparriscos: Paski y Jorge
Dificultad: fácil-media (por la distancia)
Distancia total: unos 16 km
Duración total: alrededor de 4 horas y cuarto
Desnivel: unos 400 metros (240 de ellos en un tramo de 1 km.)

Un magnífico día con un cielo despejado prácticamente en su totalidad nos invita a visitar los acantilados de Cienfuens y el dolmen de Belsué.

Para llegar hasta aquí, salimos de Huesca dirección sabiñánigo, al llegar a Arguis cruzamos el pueblo y en siguiente cruce con Bentué de Rasal, tomamos la carretera de la derecha, seguimos por la carretera entrando en el Parque Natural de la Sierra de Guara hasta llegar a Belsué, seguimos hacia adelante unos kilómetros más hasta un cruce a la izquierda que marca el pueblo de Lúsera, pasado éste cruce a unos 150 mtrs. dejamos el coche en un apartadero, justo debajo del poste indicativo. En total unos 35 km desde Huesca.

Empezamos la ruta muy cómodamente, con unos 2 km totalmente llanos y un sendero muy cómodo paralelos al márgen este del embalse de Belsué, en las laderas de la sierra de la Gabardiella hasta la propia presa. La cruzamos y nos detenemos a observar la gran cantidad de agua que hay en ésta época del año en el embalse.

 Aquí el recorrido se divide en dos y podemos tomar cualquier camino puesto que a partir de aquí es ruta circular, decidimos ir hacia la izquierda por los acantilados de Cienfuens atravesando unos túneles cortos en distancia pero largos en belleza, el frío se ha tornado protagonista y nos deja una preciosa estampa (y en ocasiones algo delicada) dentro de las pequeñas "cuevas", cientos de estalactitas de hielo de todos los tamaños, desde finos alambres, algunos de ellos incluso ligeramente curvados, hasta inmensos "churros" de hasta 12 cm. de espesor en su base.

Todo ello con el embalse de Cienfuens a nuestra izquierda, con un agua azul a juego con el despejadísimo cielo nos invita a disfrutar de un bonito paisaje. Hasta aquí es una zona muy cómoda con unos preciosos acantilados, apta para toda la familia. Llevamos andados unos 3.8 km y alrededor de una hora con paso tranquilo.

Al llegar a la presa de Cienfuens descendemos unos metros hasta las parideras de Gargantal, la señal del camino en ésta zona es algo confusa y la zona está cubierta por un denso encinar, así que bordeamos el camino sin darnos cuenta por una pequeña ladera muy pegados al río Flumen para poco después, encontrar de nuevo el camino subiendo de nuevo unos metros. Aquí el camino empieza a picar hacia arriba, aprieta algo el calor y pese a lo estrecho del sendero vemos a lo lejos el Salto del Roldán presidiendo la entrada a Monrepos en una bonita imagen.


 

 Tras continuar por el sendero ganando altitud cómodamente llegamos al desvío que nos marca el Dolmen de Belsué, así que nos dirigimos hacia allí para encontrarnos el megalito funerario. Impresiona ver como dichas losas alberguen una zona de enterramientos muy antigüa. Decidimos comer algo y descansar poco rato puesto que el aire en ésta zona aprieta de lo lindo. Llevamos alrededor de 2 horas y unos 7.5 km.

Volvemos sobre nuestros pasos hasta el cruce y seguimos rectos para afrontar la "pechugada" de la jornada. Se trata de 1 km de recorrido ganando un desnivel de casi 250 metros hasta la Collata de la Tabesada, el camino está algo pedregoso y subimos lentamente para llegar a una altura de casi 1200 metros, el sol nos da por la espalda entrando en calor rápidamente. Cogemos un poco de aire y seguimos la marcha viendo escasa nieve en los costados del camino para enlazar con una pista que nos llevará al refugio de Belsué. Se trata de una pista de unos 4.5 km desde la cual observamos el pueblo de Belsué y su embalse mientras bordeamos a Cobasa y Paco a Liana acompañandos a nuestra derecha por un denso bojedal.



Al llegar al refugio descendemos un tramo de zig-zag con el embalse de Belsué justo delante nuestro, y llegamos al cruce poco después, observando como todavía y pese al sol quedan muchas estalactitas presidiendo la entrada del primer tunel. Cruzamos de nuevo la presa y volvemos por el mismo camino hasta nuestro vehículo. Excursión bastante recomendada en ésta época del año y en otoño, y su primera parte apta hasta para los más pequeños de la familia.





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