SAN
MARTÍN DE LA VAL D´ONSERA
10-1-2014
Horario:
2h contando paradas por el paso de la Viñeta de ida y 1h 50 minutos
de regreso con paradas por la senda de los burros. Reseña de esta
excursión realizada también en abril de 2013.
Dificultad:
baja, atención solamente al paso de la viñeta en caso de hielo o
nieve y la bajada hacia el monasterio.
Desnivel:
407 m (acumulado de 682 m)
Treparriscos:
Santi, Jorge y Sandra.
San
Martín de la Val d´Onsera es uno de esos parajes místicos y
mágicos que se encuentran en nuestra provincia. Ya habiamos descrito
está ruta el pasado mes de abril pero para comenzar el año
aprovechando que hacia buen tiempo decidimos que una visita para
empezar la quema de turrones y para ir cogiendo el ritmo otra vez era
una excelente opción. Jorge y Paski ya habian visitado con
anterioridad este rincón pero un servidor, influenciado además por
esa tradición que tenemos en Añisclo a San Úrbez, a raiz de ver el
otro día en Biescas la presentación de la obra maestra que acaban
de editar Arturo y Oscar y por otros tantos que no paraban de
repetírmelo “Santi tienes que ir, no te lo puedes perder”, mejor
ocasión imposible.
Tras
dejar el coche en el parking de inicio de la senda a San Martín
emprendemos la marcha hacia el monasterio. Son las nueve y cuarto de
la mañana.
Poco a poco vamos avanzando por la senda perfectamente
balizada hasta que 10 minutos después del inicio nos metemos ya en
el cauce seco del barranco de San Martín. Seguimos por el cauce del
barranco durante casi media hora hasta que llegamos a un punto donde
el camino indicado por una estaca con marcas verdes gira a la
derecha.
Enfrente dejamos una señal de caza.
Son
las 10 cuando alcanzamos una desviación que lleva hacia los campos
de Ciano.
Un
poco más adelante llegamos al desvío más importante de la ruta.
Aquí giramos a la izda para seguir por el paso de la Viñeta, el
camino de la derecha (la senda de los burros) lo dejamos para el
retorno.
El
paso de la Viñeta se convierte enseguida en un entretenido camino
que equipado con sirgas y barandillas ayuda a alcanzar el collado de
San Salvador, collado previo al descenso al monasterio y al cual
llega también la senda de los burros que utilizaremos para la
vuelta.
Este
paso aunque no tiene ninguna dificultad si que hay que tener cuidado
con hielo, lluvia o nieve porque
habría que extremar la precaución.
Tras
descansar un poco en el collado y hacer unas fotos, iniciamos el
descenso hacia el fondo del barranco. El camino de descenso se
encuentra equipado en todo momento por sirgas que es necesario
utilizar para bajar con seguridad. En 20 minutos llegamos al fondo
del barranco, aquí giramos a la derecha y seguimos el camino que nos
dejará en el monasterio 10 minutos después.
De
San Martín de la Val d´Onsera que más decir, para mí un parecido
a San Juan de la Peña enclavado debajo de una gran roca y junto a
una cascada que me recuerda al entorno de las ermitas rupestres del
camino entre Yebra de Basa y Santa Orosia. En San Martín de la Val
d´Onsera cuenta la tradición que fue ordenado sacerdote el
pastor-eremita San Úrbez donde pasó varios años y donde antes de
la guerra civil se conservaban unas reliquias que tal vez pertenecían
al mismo San Martín. Hay varios libros que cuentan sobre la historia
de San Úrbez, uno de ellos muy curioso “como quemaron a un Santo
de carne y hueso” del cual se conservan muy pocas copias y del cual
conseguí mucha información acerca de las fotocopias que me cedió
Oscar Ballarín en una de las muchas charradas que nos hemos dado con
él y con mi padre por Buerba.
Tras
un buen almuerzo en las inmediaciones de San Martín (incluido un
buen licor de garnacha D.O.P jeje) emprendemos la marcha modificando
parte del recorrido por la anteriormente citada senda de los burros,
un bonito camino que evita el paso expuesto de la Viñeta.
Tras
llegar al coche, a veces queda el gusanillo de aprovechar un poco más
el día que ha salido.
Así
para alargar un poco más la jornada encaminamos nuestros pasos hacia
el Salto del Roldán.
Vaya
salto olímpico el de Roldan con su caballo!! Y vaya también cuando
lanzó la espada para ver la France por última vez.
Tras
regresar a Huesca cogemos carretera Apiés y antes de llegar a la
localidad de Sabayés nos desviamos a la derecha para llegar pocos
kilómetros después al parking que hay en las inmediaciones de la
peña de San Miguel.
Aquí
unos paneles indican el camino a seguir dirección sudeste para
alcanzar en 15 minutos el alto de la Peña de San Miguel, en cuya
cúspide se conservan los vestigios de una antigua fortaleza de
origen musulmán, con una ermita, restos del ábside de una iglesia y
varios aljibes que conformaron un enclave defensivo.
A
destacar que para alcanzar este punto hay que pasar antes por dos
pasos equipados con grapas y una escalera que permiten su acceso. No
requiere dificultad pero abstenerse personas con vértigo porque en
momentos puede impresionar. Las vistas hacia la Hoya son muy chulas.
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