DE ALQUEZAR AL ABRIGO DE
CHIMIACHAS
7-2-2019
Duración:
2h y media de ida y 2 horas 10 minutos aprox de retorno.
Desnivel:
450 m de subida y 595 de descenso.
Distancia:
12,23 km
El
Parque Cultural del Río Vero incluye un paraje que, además de su
excepcional belleza, engloba una serie de abrigos donde nuestros
antepasados dejaron para la posteridad una serie de pinturas
rupestres dignas de visitar. Desde que en 1966, el gran pirineista
frances Pierre Minvielle, que hace pocos meses nos dejó, descubriera
la existencia de dichas pinturas y en años posteriores las
investigaciones de Vicente Baldellou y más gente, han permitido que
hoy se sepa de su existencia y haya pinturas que puedan ser visitadas
gracias a una red de senderos muy bien señalizados y permitir
descubrir una de las joyas de esta zona de Guara. Estas pinturas
están dentro del Arco Mediterráneo declarado Patrimonio Mundial por
la UNESCO en 1998.
Aunque
hay más de 60 enclaves en esta zona con pnturas rupestres, solamente
son visitables (logicamente por su ubicación) algunos de ellos.
Desde
el centro de interpretación del Arte Rupestre ubicado en Colungo,
organizan visitas guiadas a varios de esos abrigos. Ideales los de
Barfaluy o Mallata para visitar en familia. A los más peques les
encantará. Teléfono del centro: 974 318 185.
Tras
juntarnos en Alquezar varios “treparriscos” nos disponemos a
visitar la que es “la joya de la corona” de todas las pinturas:
el ciervo de Chimiachas. Es la imagen más representativa del Parque
Cultural por su gran estado de conservación y por su belleza. A
continuación os explico el recorrido, muy sencillo de seguir.
El
camino parte del parking de Alquezar, el que está situado al lado de
las piscinas. Ahí hay unos paneles que indican el inicio de la ruta
y una explicación del abrigo a visitar.
Comenzamos
a caminar dejando atras Alquezar. Iremos por una senda en la que
aparece a tramos una especie de canalización, señal de haber sido
una pequeña infraestructura para llevar agua a la localidad.
Pasaremos
por una pasarela metálica antes de meternos en el barranco de
Payuala.
Poco
después empezaremos unos minutos de ascenso hasta alcanzar las
balsas de Basacol, que antiguamente servian para abastecer de agua a
Alquezar. Llevamos 35 minutos desde el inicio.
Nada
más pasar al lado del templete que hay en la balsa superior llegamos
a una pista la cual cogemos a nuestra izquierda en sentido
ascendente. Poco después dejaremos a la izquierda un desvío que
lleva hacia San Pelegrín.
Comenzamos
a ganar altura viendo la zona de Quizans justo enfrente, hay otro
abrigo ahí tambien pero no lo visitamos en el día de hoy.
A
lo largo de la ruta (que está perfectamente señalada) pasaremos al
lado de varias construcciones que imitan a las casetas que usaban los
pastores.
El
sendero gana en desnivel y cuando llevamos 1 hora y media de marcha
pasaremos al lado del desvío al abrigo de Quizans, otro de los
abrigos que contienen pinturas rupestres aunque poco visibles en
comparación al objetivo del día.
Seguimos ascendiendo hasta
alcanzar el tozal de los Tiestos desde el que se obtiene una buena
vista hacia el Pirineo. Merece la pena destacar también la vista
hacia el “tridente de Guara” compuesto por el Tozal de Guara, el
Cubilas y el Cabezo.
En
este tozal se encuentra el desvío hacia la zona de Paso Len.
Descendemos
unos minutos y llegamos al cruce con el barranco de Chimiachas donde
giramos a la derecha.
Al principio, otra caseta de pastores.
Empezamos
a descender por una trocha que luego se convierte en sendero. El
camino se meterá por el cauce seco del barranco. En estas fechas,
hay rincones en los que el sol casi no llega a hacer acto de
presencia, atención a la humedad de la roca y tramos de hielo.
Tras
media hora desde el cruce, llegamos a un paso donde hay una sirga de
apoyo (no es peligroso el paso) y poco después un último poste
indicativo. Giramos a la derecha y comenzamos a ascender y , tras
pasar 2 escaleras metálicas, llegaremos al abrigo de Chimiachas.
Bellas
estampas y soledad en este rincón de Guara.
Tras
un descanso, volvemos hasta el cruce anterior y para añadir algo más
a la jornada, decidimos acercarnos al tozal que tenemos enfrente
hasta un vértice geodésico que veíamos en el mapa. Como bien
indica el nombre, el vértice de Pinar, ubicado a 1189 m se encuentra
dentro de un bosque frondoso donde debemos imaginar las vistas que se
vislumbrarian si no hubiera toda esa vegetación.
Para
alcanzar el vértice, solo debemos seguir la pista durante 15 minutos
y superar unos 90 metros de desnivel. Cuando la pista comienza a
llanear hay que ir atentos para encontrarlo justo a la izquierda de
la pista.
Retrocedemos
nuestros pasos hasta las balsas de Basacol, lugar ideal para ir en
familia, donde comimos y descansamos un rato.
El
camino de vuelta lo hicimos por otra opción que permite hacer una
parte de la ruta circular. Justo al final de las balsas se coge un
camino con señales hacia el puente de Villacantal y Asque. Es el
camino natural del Somontano que nos devolverá en media hora
aproximadamente hasta el caserío de Alquezar. Un poco después de
salir, hay un cruce de caminos. Giramos a la derecha para Alquezar y
tras un último descenso alcanzamos el pueblo.
Bonita
ruta y una más a tachar de las que tenía en la agenda hace tiempo.
Hasta
la próxima!
Hace tiempo que no me paso por los abrigos... quizá un día de estos.
ResponderEliminar¡Salud!