lunes, 25 de marzo de 2013

TOZAL DE SAN MIGUEL 1443 m


TOZAL DE SAN MIGUEL (1443 m)

24-3-2013
Inicio: Buerba (1143 m)
Desnivel: 300 m
Dificultad: ninguna, si se tiene conocimiento de la zona.
Horario: 55 minutos de subida y 50 minutos de bajada. (Sin contar paradas)

El tozal de San Miguel es una montaña de las que denomino yo “de casa”. Es una de las que veo desde casa todos los días y de esas montañas a las que no sube nadie pero cuyas vistas hacia Añisclo y otros rincones es muy chula.
Las fotos que aparecen a continuación son variadas, una selección de ellas, ya que he subido a este monte en varias ocasiones.
El punto de partida se encuentra en Buerba, población a la que se puede acceder por dos carreteras diferentes:
  • Desde Sarvisé cogiendo la carretera hacia Fanlo y de ahí hasta Buerba.
  • Desde Ainsa, dirección Francia y en Escalona desviarse 12 km en dirección “Valle de Vió”.


Una vez en Buerba el sendero comienza en un cruce de caminos junto a un mapa. Aquí a la izda parte el GR 15 I hacia Fanlo, a la derecha el PR HU 44 hacia Boltaña y recto en dirección norte, el nuestro, el GR 15 I dirección Vió/San Úrbez.
El camino está muy bien conservado y marcado con las marcas rojas y blancas del GR. Al principio desciende un poco hasta cruzar el barranco denominado “Ballatar” y una vez pasado comienza a subir hasta Vió. Ganamos unos 50 m en pocos minutos. De Buerba a Vió tenemos 10 minutos a un ritmo normal.
Una vez en Vió, debemos atravesar todo el pueblo en dirección norte hasta que llegamos a una pequeña plaza donde aparece otra señal del GR que va hacia San Úrbez. En Vió merece la pena destacar su iglesia parroquial dedicada a San Vicente Mártir, un edificio románico-lombardo del siglo XII.


Seguimos por el GR un poco más en continuo ascenso hasta que dejamos las últimas casas de Vió. Aquí debemos prestar atención para coger el camino que nos subirá a San Miguel. El GR da un giro hacia la izda. Nosotros dejamos en este punto el camino, continuamos rectos, atravesamos una pequeña pista y justo enfrente hay un pequeño mojon que marca el camino a iniciar.
Una vez hallamos cogido el camino, éste empieza a subir para ir atravesando el tozal de San Miguel diagonalmente. Es un camino usado por los cazadores en temporada, que está muy bien conservado.
Un poco más adelante hay una bifurcación. Debemos coger el camino de la izda en clara subida, hay un pequeño hito.
Poco a poco vamos subiendo y se va viendo cada vez más pequeño tanto Vió como Buerba. Las vistas son muy buenas. Cuando llevamos andando un poco más de media hora desde Vió llegamos a un punto donde el camino deja de ascender y aparece ante nosotros una magnífica panorámica hacia Peña Montañesa y Cotiella.

El camino coge ahora dirección norte. Aquí debemos dejar el camino para acometer la última súbida hasta la cima, la cual se alcanza 10 minutos después siguiendo la cresta, ya sin camino. Aquí hay que ir sorteando bojes o “buxos” como se les denomina por aquí, y aliagas aunque en ningún momento hasta la cima la vegetación llega a ser espesa. Para saber el punto más alto del tozal se puede tomar como referencia una tablilla de coto de caza y una que marca el límite del Parque Nacional a pocos metros de la anterior.
Desde aquí las vistas muy chulas: al norte el Cañón de Añisclo presidido por Mondoto y Sestrales, Monte Perdido, Soum de Ramond y Pico de las Olas, al sur Navaín, Tozal de Guara a lo lejos, Peña Canciás asomando un poco, Comiello...
Al Oeste Fanlo, Nerín, Punta Acuta, Pueyo Ballarín, Pico de Otal, Tendeñera, Tobacor... y al oeste Bramapán en primer plano, Peña Montañesa, Punta Llerga, Cotiella...







domingo, 24 de marzo de 2013

Pico Tiacuto (1374 metros)

 24-3-2013

Treparriscos: Fernando, Sandra, Alexis y Jorge
Distancia: unos 9 km.
Duración total: alrededor de 3 horas y media a paso tranquilo.
Dificultad: muy fácil (excepto la parte final, rampas duras antes del Tiacuto)
Desnivel: 489 metros (699 de acumulado)

Sencilla excursión que parte desde la parte oeste del Parque de la Sierra de Guara, que aunque no lleguemos a entrar en él, nos permite tener una magnífica vista, hacia Las Calmas, Gratal, el Puntón de Guara y toda la Hoya de Huesca, entre otras.

Para Comenzar la excursión saldremos desde Huesca dirección norte, hacia Sabiñánigo y medio kilómetro aproximadamente antes de Arguis, desviarnos a mano derecha hacia una pista, hay que estar atentos porque es fácil pasarse el desvío.

Comenzamos por un sendero y unas rampas importantes en desnivel pero muy llevaderas que nos llevan hacia el sur-este, entretanto entramos y salimos de pequeños pinares que nos protegen del sol, con una pendiente importante durante el primer kilómetro. Transcurrido éste trozo, llegamos a un pequeño cruce a la derecha que nos lleva hacia una caseta de pastores, es un tramo corto y con pendiente ligeramente descendente que nos viene muy bien para relajar las piernas. Al llegar observamos las vistas hacia
nuestro siguiente destino: el castillo de Ordas, así como su impresionante cortada contrastada por la autovía que hay justo debajo.


 
Seguimos el sendero con una pendiente algo más suave y tras medio kilómetro llegamos a la Ermita de Ordás, con poco de su época románica natural en pie, nada más que la portada y la cabecera. De aquí sale un desvío hacia la derecha que cuatrocientos metros más adelante nos deja en el Castillo de Ordás, desde donde tenemos unas preciosas vistas a Las Calmas, Arguis y sobre todo a la comunidad de buitres leonados que sobrevuelan la zona. Casi ya derruído, el castillo sólo mantiene el muro de la entrada, de unos 12 metros de ancho y 7 de alto, de todas maneras, no deja de ser sorprendente el grosor del muro (casi metro y medio de espesor).




Volvemos a emprender la marcha, llevamos unos 45 minutos desde que hemos empezado y seguimos dirección sur, pasando de nuevo por la Ermita y dejándola a nuestra derecha observamos el pozo de nieve, ahora lleno de agua. El sendero se transforma en pista con cómoda pendiente ascendente durante dos kilómetros más que nos dejan ya en el Observatorio de Aves, justo a los pies del Tiacuto.








Llevamos alrededor de dos horas de marcha y comenzamos la dura ascensión por un sendero no muy bien marcado y algo pedregoso, lleno de arizones y aliagas (recomendado subir con pantalón largo) hacia el Tiacuto. Conforme ganamos altura vemos que a la dificultad del terreno se le añade algo más: la lluvia. Comienza suave pero poco después se transforma en algo de suave granizo que no hace más que dificultar la ascensión (la cual hay tramos que hay que usar las manos) por lo resbaladizo del terreno, cuando finalmente un par de horas después de empezar la ruta, hacemos cima. A nuestra derecha observamos el Tozal de Guara, la Pared de Cienfuens y la presa de Belsué, a nuestra izquierda Las Calmas y Gratal, justo detrás toda la Hoya de Huesca iluminada por los rayos del sol, y encima nuestro una nube color negro que nos lanza constante agua en forma de hielo. Hacemos un par de fotos de la panorámica y meditamos el seguir hacia adelante hacia el hermano "pequeño" del Tiacuto, el Mon tiacuto, que se presenta delante nuestro a unos 300 metros más con descenso y posterior ascenso, pero decidimos darnos media vuelta porque como bien dijo Alexis, una retirada a tiempo es una victoria.

Comemos bajo techo ya en la Observatorio de Aves y hacemos la vuelta por el mismo camino el aproximadamente una hora y veinte minutos.

PICO DE GABARDIELLA (1702 metros)

22-3-2013

Distancia total: 18.4 km.
Dificultad: fácil-moderada
Duración total: 6 horas (sin contar paradas)
Desnivel: 784 metros (1372 metros de acumulado)

Puesto que la semana anterior hice con mi tocayo los Acantilados de Cienfuens, ésta semana afronto en solitario el otro lado del valle para volver por la cara este del embalse ascendiendo a un pico cuyas vistas son dignas de mención, el pico que da nombre a la Sierra por donde transcurre la ruta: el pico de Gabardiella.
Dejo el coche exactamente en el mismo punto que la semana anterior y cruzo el primer puente unos metros después, para ésta vez, en vez de ir a la derecha, girar a mi izquierda por un sendero bastante claro y prácticamente llano el primer kilómetro, observo desde aquí a la izquierda el pueblo de Lúsera ubicado sobre un risco del valle de Belsué. Parezco bastante pequeñito
a su lado, pues está situado a algo más de 1000 metros de altitud, con el barranco de Cambón entre nosotros. Justo en el primer kilómetro hay un mojón a la derecha, el cual me indica el
giro que debo hacer, para comenzar con un ascenso algo pronunciado y constante entre aliagas y bojes con el barranco de Lanafurco a mi izquierda. Llevo poco más de 3 kilómetros y llego a la
única bifurcación del camino, sigo hacia la izquierda, puesto que el camino de la derecha lleva a un antiguo refugio de ICONA en desuso por su mal estado.


Me empieza a llegar el frío y observo algo de nieve en los cantos del sendero, estoy a unos 1350 metros ganando altitud con suma facilidad puesto que la pendiente escasamente ha bajado el listón, a éstas alturas, es el pueblo de Lúsera el que está por debajo de mí. La senda comienza a desaparecer bajo la nieve excepto por algún senderista que, anteriormente, ha dejado sus pisadas y me sirven de referencia para llegar al alto del cordal de la cresta a 1614 metros. Con el Tozal de Guara delante mío, el pico Luna a mi derecha (el cual deberemos pasar más adelante) y el pico Gabardiella a mi izquierda con una
preciosa cresta que me dispongo a recorrer tres "puntos altos" antes de alcanzar mi objetivo.



Mientras avanzo tengo una panorámica envidiable, veo el Moncayo a lo lejos, Fragineto y Corcurezo precediendo al Tozal, el Pico del Águila, Gratal y el valle de Nocito. A mi izquierda los nevados
Pirineos parecen dar la bienvenida a un auténtico balcón pre-pirenaico. Tardo alrededor de 40 minutos en alcanzar Gabardiella desde que he llegado a la cresta, donde preside un enorme mojón y el clásico vértice geodésico. En total llevo andados algo más de 6.5 kilómetros en poco más de 3 horas.





Tras un muy merecido enorme bocata y disfrutar del digno paisaje, me dispongo a hacer el camino de vuelta por el sur. Vuelto por la cresta subiendo los tres puntos altos de nuevo hasta alcanzar el
cruce por donde había venido, sigo de recto para hacer cima en el Pico Luna (1698 metros) que no entraña ninguna dificultad. Sigo pisando nieve pero va desapareciendo conforme avanzo y finalmente
la maleza me deja ver la cortada de Belsué, los acantilados que hicimos la semana anterior están bastante abajo, así como la senda por donde vinimos con el camino por encima como un fino hilo blanco sobre el basto terreno rojizo.




Desciendo con fuerte pendiente hasta llegar al collado Luna del Pueyo, pierdo la senda por un momento hasta que diviso el siguiente collado y decido seguir cresteando por un terreno algo abrupto y con bastante vegetación, también hay otro camino a mi izquierda que acaba en el collado donde acabaría llegando unos veinte minutos después de haber subido la cresta: el Collado de Paules. Aquí hay una pista muy marcada entre bojes y erizones. El camino se estrecha hasta llegar a una senda con pendiente descendiente con piedra suelta, y tras unos 15 minutos llego a un cruce hacia la derecha el cual tomo. Estoy a 1220 metros de altitud y a partir de aquí desciendo entre pinos con el barranco de las Paules a mi izquierda observando entre los árboles los acantilados de Cienfuens, cada vez más cercanos.




Finalmente giro a la izquierda para ir en paralelo por el embalse en una preciosa estampa hasta llegar a las ruinas de un pueblecito abandonado a los pies de la presa de Belsué, el camino es cómodo pese a las piedras con algún repecho sin importancia. Tras cruzar la presa nos quedan menos de 2 kilómetros, pero ya me los conozco de la otra vez, son prácticamente llanos hasta el coche el cual me da la bienvenida, con las primeras gotas de lluvia en caída libre desde el cielo.


sábado, 16 de marzo de 2013

Embalse Santa María de Belsué - Acantilados de Cienfuens - Dolmen de Belsué

EMBALSE SANTA MARIA DE BELSUE - ACANTILADOS DE CIENFUENS - DOLMEN DE BELSUE

15-3-2013

Treparriscos: Paski y Jorge
Dificultad: fácil-media (por la distancia)
Distancia total: unos 16 km
Duración total: alrededor de 4 horas y cuarto
Desnivel: unos 400 metros (240 de ellos en un tramo de 1 km.)

Un magnífico día con un cielo despejado prácticamente en su totalidad nos invita a visitar los acantilados de Cienfuens y el dolmen de Belsué.

Para llegar hasta aquí, salimos de Huesca dirección sabiñánigo, al llegar a Arguis cruzamos el pueblo y en siguiente cruce con Bentué de Rasal, tomamos la carretera de la derecha, seguimos por la carretera entrando en el Parque Natural de la Sierra de Guara hasta llegar a Belsué, seguimos hacia adelante unos kilómetros más hasta un cruce a la izquierda que marca el pueblo de Lúsera, pasado éste cruce a unos 150 mtrs. dejamos el coche en un apartadero, justo debajo del poste indicativo. En total unos 35 km desde Huesca.

Empezamos la ruta muy cómodamente, con unos 2 km totalmente llanos y un sendero muy cómodo paralelos al márgen este del embalse de Belsué, en las laderas de la sierra de la Gabardiella hasta la propia presa. La cruzamos y nos detenemos a observar la gran cantidad de agua que hay en ésta época del año en el embalse.

 Aquí el recorrido se divide en dos y podemos tomar cualquier camino puesto que a partir de aquí es ruta circular, decidimos ir hacia la izquierda por los acantilados de Cienfuens atravesando unos túneles cortos en distancia pero largos en belleza, el frío se ha tornado protagonista y nos deja una preciosa estampa (y en ocasiones algo delicada) dentro de las pequeñas "cuevas", cientos de estalactitas de hielo de todos los tamaños, desde finos alambres, algunos de ellos incluso ligeramente curvados, hasta inmensos "churros" de hasta 12 cm. de espesor en su base.

Todo ello con el embalse de Cienfuens a nuestra izquierda, con un agua azul a juego con el despejadísimo cielo nos invita a disfrutar de un bonito paisaje. Hasta aquí es una zona muy cómoda con unos preciosos acantilados, apta para toda la familia. Llevamos andados unos 3.8 km y alrededor de una hora con paso tranquilo.

Al llegar a la presa de Cienfuens descendemos unos metros hasta las parideras de Gargantal, la señal del camino en ésta zona es algo confusa y la zona está cubierta por un denso encinar, así que bordeamos el camino sin darnos cuenta por una pequeña ladera muy pegados al río Flumen para poco después, encontrar de nuevo el camino subiendo de nuevo unos metros. Aquí el camino empieza a picar hacia arriba, aprieta algo el calor y pese a lo estrecho del sendero vemos a lo lejos el Salto del Roldán presidiendo la entrada a Monrepos en una bonita imagen.


 

 Tras continuar por el sendero ganando altitud cómodamente llegamos al desvío que nos marca el Dolmen de Belsué, así que nos dirigimos hacia allí para encontrarnos el megalito funerario. Impresiona ver como dichas losas alberguen una zona de enterramientos muy antigüa. Decidimos comer algo y descansar poco rato puesto que el aire en ésta zona aprieta de lo lindo. Llevamos alrededor de 2 horas y unos 7.5 km.

Volvemos sobre nuestros pasos hasta el cruce y seguimos rectos para afrontar la "pechugada" de la jornada. Se trata de 1 km de recorrido ganando un desnivel de casi 250 metros hasta la Collata de la Tabesada, el camino está algo pedregoso y subimos lentamente para llegar a una altura de casi 1200 metros, el sol nos da por la espalda entrando en calor rápidamente. Cogemos un poco de aire y seguimos la marcha viendo escasa nieve en los costados del camino para enlazar con una pista que nos llevará al refugio de Belsué. Se trata de una pista de unos 4.5 km desde la cual observamos el pueblo de Belsué y su embalse mientras bordeamos a Cobasa y Paco a Liana acompañandos a nuestra derecha por un denso bojedal.



Al llegar al refugio descendemos un tramo de zig-zag con el embalse de Belsué justo delante nuestro, y llegamos al cruce poco después, observando como todavía y pese al sol quedan muchas estalactitas presidiendo la entrada del primer tunel. Cruzamos de nuevo la presa y volvemos por el mismo camino hasta nuestro vehículo. Excursión bastante recomendada en ésta época del año y en otoño, y su primera parte apta hasta para los más pequeños de la familia.