domingo, 24 de marzo de 2013

PICO DE GABARDIELLA (1702 metros)

22-3-2013

Distancia total: 18.4 km.
Dificultad: fácil-moderada
Duración total: 6 horas (sin contar paradas)
Desnivel: 784 metros (1372 metros de acumulado)

Puesto que la semana anterior hice con mi tocayo los Acantilados de Cienfuens, ésta semana afronto en solitario el otro lado del valle para volver por la cara este del embalse ascendiendo a un pico cuyas vistas son dignas de mención, el pico que da nombre a la Sierra por donde transcurre la ruta: el pico de Gabardiella.
Dejo el coche exactamente en el mismo punto que la semana anterior y cruzo el primer puente unos metros después, para ésta vez, en vez de ir a la derecha, girar a mi izquierda por un sendero bastante claro y prácticamente llano el primer kilómetro, observo desde aquí a la izquierda el pueblo de Lúsera ubicado sobre un risco del valle de Belsué. Parezco bastante pequeñito
a su lado, pues está situado a algo más de 1000 metros de altitud, con el barranco de Cambón entre nosotros. Justo en el primer kilómetro hay un mojón a la derecha, el cual me indica el
giro que debo hacer, para comenzar con un ascenso algo pronunciado y constante entre aliagas y bojes con el barranco de Lanafurco a mi izquierda. Llevo poco más de 3 kilómetros y llego a la
única bifurcación del camino, sigo hacia la izquierda, puesto que el camino de la derecha lleva a un antiguo refugio de ICONA en desuso por su mal estado.


Me empieza a llegar el frío y observo algo de nieve en los cantos del sendero, estoy a unos 1350 metros ganando altitud con suma facilidad puesto que la pendiente escasamente ha bajado el listón, a éstas alturas, es el pueblo de Lúsera el que está por debajo de mí. La senda comienza a desaparecer bajo la nieve excepto por algún senderista que, anteriormente, ha dejado sus pisadas y me sirven de referencia para llegar al alto del cordal de la cresta a 1614 metros. Con el Tozal de Guara delante mío, el pico Luna a mi derecha (el cual deberemos pasar más adelante) y el pico Gabardiella a mi izquierda con una
preciosa cresta que me dispongo a recorrer tres "puntos altos" antes de alcanzar mi objetivo.



Mientras avanzo tengo una panorámica envidiable, veo el Moncayo a lo lejos, Fragineto y Corcurezo precediendo al Tozal, el Pico del Águila, Gratal y el valle de Nocito. A mi izquierda los nevados
Pirineos parecen dar la bienvenida a un auténtico balcón pre-pirenaico. Tardo alrededor de 40 minutos en alcanzar Gabardiella desde que he llegado a la cresta, donde preside un enorme mojón y el clásico vértice geodésico. En total llevo andados algo más de 6.5 kilómetros en poco más de 3 horas.





Tras un muy merecido enorme bocata y disfrutar del digno paisaje, me dispongo a hacer el camino de vuelta por el sur. Vuelto por la cresta subiendo los tres puntos altos de nuevo hasta alcanzar el
cruce por donde había venido, sigo de recto para hacer cima en el Pico Luna (1698 metros) que no entraña ninguna dificultad. Sigo pisando nieve pero va desapareciendo conforme avanzo y finalmente
la maleza me deja ver la cortada de Belsué, los acantilados que hicimos la semana anterior están bastante abajo, así como la senda por donde vinimos con el camino por encima como un fino hilo blanco sobre el basto terreno rojizo.




Desciendo con fuerte pendiente hasta llegar al collado Luna del Pueyo, pierdo la senda por un momento hasta que diviso el siguiente collado y decido seguir cresteando por un terreno algo abrupto y con bastante vegetación, también hay otro camino a mi izquierda que acaba en el collado donde acabaría llegando unos veinte minutos después de haber subido la cresta: el Collado de Paules. Aquí hay una pista muy marcada entre bojes y erizones. El camino se estrecha hasta llegar a una senda con pendiente descendiente con piedra suelta, y tras unos 15 minutos llego a un cruce hacia la derecha el cual tomo. Estoy a 1220 metros de altitud y a partir de aquí desciendo entre pinos con el barranco de las Paules a mi izquierda observando entre los árboles los acantilados de Cienfuens, cada vez más cercanos.




Finalmente giro a la izquierda para ir en paralelo por el embalse en una preciosa estampa hasta llegar a las ruinas de un pueblecito abandonado a los pies de la presa de Belsué, el camino es cómodo pese a las piedras con algún repecho sin importancia. Tras cruzar la presa nos quedan menos de 2 kilómetros, pero ya me los conozco de la otra vez, son prácticamente llanos hasta el coche el cual me da la bienvenida, con las primeras gotas de lluvia en caída libre desde el cielo.


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