23/4/2013
Inicio y llegada desde Pedruel
Dificultad: moderada
Distancia: 16.5 km
Desnivel: 1198 metros (1453 de acumulado)
Duración total: 4 horas 50 minutos (a buena marcha y SIN contar paradas)
El Cabezo de Guara, llamado también Cabezón de Guara o Tozal de la Cabeza es el "hermano pequeño" del tridente que forman con el Tozal de Guara y el Tozal de Cubilas.
Con sus 1868 metros de altitud, el Cabezo se adelanta hacia el norte con la intención de "aprisionar" el río Alcanadre y ofrece unas maravillosas vistas que veremos a continuación.
El camino parte desde Pedruel, para llegar hasta aquí salgo de Huesca dirección Barbastro, giro a la izquierda dirección Abiego y sigo adelante, tras pasar Bierge, llego a las Almunias de Rodellar, donde tomo una carretera que tras 1,5 km. me deposita en la susodicha pequeña población.
Aparco el coche en una pequeña plazoleta antes de la Iglesia y retrocedo unos metros para ver el primer poste indicativo que me indica el camino a seguir entre muros de piedras. Continuo por la senda bastante pedregosa ascendiendo cogiendo lazadas entre boj, sabina y enebro. Gano altura rápidamente y observo el bonito valle de Rodellar mientras poco después alcanzo el Cuello Reguero o Carrasca, donde hay un gran mojón y comienzo una bajada por un sendero estrecho pero muy cómodo.
Unos 300 metros después el sendero cómodo vuelve a ser pedregoso y gira ligeramente a la izquierda dejando atrás dos grandes carrascas, la pendiente es continua y sin lazadas, alcanzando poco después el pico de Lacuna Alta, a 1394 metros de altitud. Llevo un total de 4.2 km andando y he cogido 721 metros de desnivel ascendente, además contando un tramo de descenso, me ha costado llegar 1 hora y 20 minutos y puesto que el sol aprieta, decido parar para echar un trago de agua, y observar a dos gigantes justo delante mío, el Tozal de Guara y Cubilas para, más a la derecha, observar nuestro destino.
También aprecio las dos clarísimas mallatas que recorreré, tanto la de Cambol como la de las Cabras, conformando así la otra cabecera del barranco.
Con senda algo menos clara pero muy bien marcada con mojones desciendo entre boj y erizón alcanzando la bonita pradera de Cambol unos 20 minutos después de coronar en Lacuna Alta, continuo mi camino sin detenerme bajo la atenta mirada de las rapaces que sobrevuelan contínuamente la zona sobre el verde prado donde se ven continuos mojones, es un sendero que aparece y desaparece pero gracias a los mojones sigo adelante superando diversos "escalones" en altura hasta comenzar a hacer zigs zags por otra pedregosa y
senda de pendiente bastante moderada que finalmente, me conducirá a la Mallata de las Cabras. Aquí observo una cabaña ya en ruinas a mi derecha y continuo maravillándome con las vistas, veo el profundo cañón de las Gorgas Negras y Barrasil y los estratos plegados de la vertiente sur de la Sierra Lupera, justo debajo, pasa el Alcanadre.
El sendero llega a un cruce, por ámbos se llega a mi destino, uno de ellos es pista para alcanzar el Coto de Bastarás, decido tomarlo para encontrar poco después el cruce con el otro camino, continuo por la pista un rato más hasta que encuentro otro poste indicativo que me lleva por un sendero repletito de boj y erizón. El número de mojones es incalculable, no tiene ninguna pérdida. Pese a que más adelante se pierde el rastro total del sendero, los mojones están pintados con pintura verde, así que sigo por la cresta y tras superar un insignificante resalte alcanzo el clásico vértice geodésico que me indica el final del camino. Es increible lo cercanos que están el Tozal de Guara y Cubilars, decido descender unos 200 metros más a mi derecha para alcanzar una zona de "mirador" que, tras superar sendas planchas de nieve, alcanzo sin mayor dificultad.
Desde aquí contemplo uno de los panoramas más bonitos del Somontano, el cañón de Gorgas Negras, que me recuerda a Mondoto por los pliegues de piedra, las sierras de Sevil y Balced, los Estrechos de Barrasil..decido acomodarme y almuerzo un merecido bocata disfrutando de lo que hay delante mío para, un rato después, hacer el retorno por el mismo camino.
LO BUENO: pese a las duras y pedregosas rampas en algunos tramos, todo el camino está maravillosamente bien marcado con postes y mojones, no tiene pérdida. Las vistas son magníficas, tanto de los "hermanos mayores" a la izquierda como los cañones a la derecha, merece la pena.
LO MENOS BUENO: la poca vegetación, hay algún tramo de sombra al inicio, pero es una excursión no muy recomendable para hacerla en verano.
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