CIRCULAR
A LOS MALLOS DE RIGLOS Y ASCENSIÓN AL PUSILIBRO
Día
31-1-2013. Tras unas semanas de continuas nevadas en el Pirineo,
parece que el tiempo nos da una tregua así que, tras meditar adonde
hago una escapada, decido acercarme a los mallos de Riglos a realizar
una ruta circular que hace tiempo que tenía en mente.
La
ruta que os describo a continuación es una ruta circular que parte y
termina en el pueblo de Riglos. Muy recomendable para un plan
matinal, es perfecta para contemplar desde muy cerca estas magníficas
atalayas del Prepirineo oscense.
Horario:
2h y media contando numerosas paradas.
Dificultad:
muy fácil. Paseo para cualquier nivel
Desnivel:
400 m aprox.
Para
llegar a Riglos debemos continuar por la carretera que desde Huesca
nos lleva hasta Ayerbe. Una vez pasado Ayerbe, pocos kilómetros
después aparece a la derecha el desvío que en unos 7/8 km nos deja
en Riglos. Al llegar a Riglos, hay dos parkings para dejar el coche.
Lo dejamos en el segundo, muy cerca del punto de inicio del camino.
Tras
echar un café en el albergue que tiene la federación de montaña
ahí, iniciamos la ruta a las 10 y media de la mañana. El día
buenísimo con muy pocas nubes. Poco después del parking está el
lavadero del pueblo. Ahí, en una calle en sentido ascendente a la
derecha y con una señal que indica el camino a seguir, comenzamos
andando y dejando atrás el pueblo.
Hay señales del GR 95 que se
dirige a Linas de Marcuello. Seguimos las marcas rojas y blancas del
GR durante 15 minutos aprox; hasta que vemos la desviación que nos
indica la ruta circular a los mallos a mano izda.
Nos desviamos y
dejamos el Gr por el que veníamos. A partir de aquí el camino está
perfectamente señalizado con marcas azules. Comenzamos a ascender
poco a poco para ir ganando el desnivel que hay que superar. Las
vistas son muy buenas, a nuestra derecha tenemos visible en lo alto
de la montaña el mirador de los buitres (visita muy recomendable
desde Sarsamarcuello a este mirador de los mallos) y a nuestra izda
contemplamos en todo momento los mallos, con el mallo Pisón a la
cabeza.
Cuando
llevamos andando un poco más de una hora llegamos al punto más
alto de la ruta: el mirador de Bentuso. Desde aquí las vistas son
muy chulas entre los mallos Pisón y Firé, el río Gállego baja con
un caudal abundante y debajo del mirador podemos observar el camino
por el que descenderemos otra vez a Riglos.
Tras
una merecido almuerzo y después de hacer las correspondientes fotos;
reanudamos la marcha. Volvemos al camino principal y comenzamos a
descender de manera rápida. Cuando llevamos 20 minutos bajando
alcanzamos una desviación de caminos. A la derecha nos iriamos por
el PR 98 hacia La Peña y la foz de Escalete, nosotros debemos coger
el camino de la izda que nos llevará de regreso a Riglos en poco más
de 15 minutos desde el desvío.
Tras
esta maravillosa ruta matinal; decidimos que para aprovechar bien el
día hay que hacer una ruta de tardes. Tenía en plan subir a la Peña
del Sol desde Linas de Marcuello pero la dejaré para otra vez;
decido entonces hacer una visita a un pico que ya conocí el año
pasado y que no me importaba volver a subir. Así, llegamos al
parking del castillo de Loarre, y tras hacer una visita a mis amigos
que trabajan ahí y echar una merecida cerveza contemplando uno de
mis puntos favoritos de la provincia, iniciamos el ascenso al
Pusilibro a las dos y media de la tarde.
El
Pusilibro es un pico que roza los 1600 m y es el pico más alto de
esta sierra del Prepirineo, siendo unos metros más alto que la peña
de Gratal. Conocido por los avistamientos de ovnis en los años 70,
aunque yo no vi ninguno jeje, es un pico que presenta unas preciosas
vistas hacia el Pirineo.
El
camino está perfectamente señalizado con marcas del PR HU 105. Tras
iniciar la marcha y cruzar un campo por su margen izda, nos
introducimos en el bosque. Al poco de iniciar la subida, nos
encontramos con un desvío.
A la izda nos iríamos hacia Rasal,
nosotros cogemos el camino de la derecha que nos subirá al
Pusilibro. Continuamos por el bosque y vamos cruzando progresivamente
varias pistas sin ninguna pérdida; el camino está perfectamente
señalizado y también hay mojones de vez en cuando. Cuando llevamos
un poco más de media hora llegamos a una pista más transitada.
Cogemos a la derecha durante unos cincuenta metros hasta que
encontramos un camino a nuestra izda que debemos coger.
Tras llevar
10 minutos por el camino, la senda da un giro a la izda y empieza a
subir por una cresta, cómoda al principio pero que a ratos se hace
incómoda de subir.
La cresta durará unos diez minutos y poco
después llegaremos a una bifurcación. El camino de la izda lo
dejamos para el retorno, para volver por un camino diferente al de
subida. Cogemos el camino de la derecha que nos dejará en diez
minutos en el vértice geodésico del Pusilibro o “Puchibook”
como lo bautizó mi amigo Jorge.
Hemos
subido en 1h y 15 minutos desde el parking del castillo.
Tras
un descanso en la cima contemplando el Pirineo nevado, empezamos el
regreso y volveremos por el camino que anteriormente he citado. Este
camino marcado como PR también enlaza con el de subida. Sin embargo,
nosotros debido a la nieve perdimos la referencia al llegar a la
pista que he nombrado antes por la que andamos un poco. Al llegar a
ella giramos a la izda y marchamos por ella durante diez minutos
hasta dar otra vez con el camino de subida el cual utilizamos para
volver al coche.
El
descenso también nos costó alrededor de una hora y cuarto debido a
la nieve y barro que había en el camino que nos hizo ir un poco más
lentos para evitar caídas tontas. En total el desnivel a superar en
el Pusilibro es de 530 m.
Finalmente
quiero agradecer a Jorge y Rocío, amigos de Barbastro, las fotos que
me han dejado para publicar en el blog (preciosas panorámicas) ya
que pasamos un precioso día en este bonito enclave de la Hoya de
Huesca.
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