jueves, 24 de enero de 2013


OLIVÁN-AINIELLE: LA SENDA AMARILLA

Horarios:
Oliván-Bergusa (por la pista): 1h 15 minutos
Bergusa-Ainielle: 1h 10 minutos
Retorno Bergusa-Oliván (por camino): 1h 5 minutos

Bonita ruta de la zona conocida como Sobrepuerto con inicio en Oliván y llegada a Ainielle, pueblo deshabitado conocido por el libro “La lluvia amarilla” de Julio Llamazares. La ida se realizó íntegramente por el PR con salida en Oliván y la vuelta se realizó desde Bergusa por otra senda que discurre por el lado solanero de la montaña y baja hasta Oliván. Esta ruta es más recomendable para otoño por el colorido o primavera que para invierno.

A las 10 menos diez de la mañana comenzaba a andar tras haber dejado el coche al lado de la iglesia de Oliván. En primer lugar cojo la pista que al principio asfaltada y después hormigonada sale de Oliván y baja hacia el río. Tras haber alcanzado en 5 minutos el río observo el cartel indicando a la izquierda el PR que me llevará hacia Ainielle. Sigo por la pista y en cinco minutos llego a un puente que cruza a la margen derecha (izquierda orográfica) del río. La pista continua subiendo en algunas lazadas y marcada de vez en cuando con las marcas del PR. Sigo por la pista y al cabo de unos 10-15 minutos alcanzo una desviación hacia el pueblo de Susín. Continuamos por la pista y poco a poco va haciendo acto de presencia el hielo y la nieve dura en la pista. El hielo va a ser prácticamente continuo durante todo el trayecto en la pista ya que ésta va por el lado sombrío de la montaña. Al cabo de una hora del inicio aparecerá a la derecha la pista que nos llevaría a Susín. Continuo por la pista principal y en 10 minutos se llega al desvío indicado para ir hacia Bergusa y Ainielle a la izquierda. En este punto dejamos la pista y nos introducimos en el camino ya sin huellas ni rastro de haber pasado nadie tras la última nevada (salvo algún jabalí y algún corzo por supuesto). Enseguida aparece ante nosotros el pueblo abandonado de Bergusa. Aquí debemos pasar el río (sin ninguna dificultad aunque bajaba bastante agua debido a que se deshacía la nieve más arriba) ya que el pueblo se encuentra en la otra orilla. Llegamos a Bergusa (totalmente deshabitado aunque con algún detalle arquitectónico entre las ruinas) y en mitad del pueblo se llega a un cruce de caminos perfectamente señalizado.


 A la izquierda el camino nos llevaría de vuelta a Oliván, opción que cogeremos para el retorno para evitar volver a pisar hielo y pista forestal. Cogemos el camino de la derecha que nos llevará a Ainielle.
Tras dejar Bergusa el camino continua siempre perfectamente señalizado con marcas amarillas y blancas. De aquí a Ainielle, tras pasar continuamente por diversos barrancos y torrentes, nada que señalar destacado salvo una pequeña cascada y el paisaje que se divisaba, tardaremos un poco más de una hora en llegar. Los últimos 15 minutos hasta Ainielle estaban cubiertos de nieve pese a que daba el sol por completo (en alguno sitios más de un palmo).


Después del correspondiente y merecido almuerzo toca comenzar el retorno otra vez hacia Oliván. Retomamos el mismo camino por el que hemos venido hasta Bergusa y una vez aquí cogemos el camino indicado que nos llevará hasta Oliván por el lado solanero del monte. Se trata de una bonita senda que ha recuperado una asociación de Oliván según leí en un panel al llegar al pueblo. El camino está en perfecto estado y señalizado con marcas verdes y blancas además de mojones en algunos puntos y va prácticamente en su totalidad por bosque. De Bergusa hasta Oliván el retorno se realizó en poco más de una hora. Al principio hay un repecho que supera un poco de desnivel pero después es prácticamente llano hasta las inmediaciones de Oliván hacia donde se realiza un rápido descenso.


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